Niños especiales
Los miembros de AMOR creemos incondicionalmente en que todos los niños son especiales y por tanto deben tener los mismos derechos y las mismas oportunidades de encontrar una familia, su familia, que les de afecto al cien por cien. Muchos de los menores idóneos para adopción internacional tienen necesidades especiales o una edad avanzada. Creemos que cada uno de ellos puede encontrar a sus padres en alguna parte del mundo, desde donde le están esperando. Nosotros, AMOR, hacemos lo máximo posible para familiarizaros y enseñaros la personalidad y los valores del menor, no solamente sus enfermedades o el estado físico en que se encuentra. Nos hace inmensamente felices encontrar una familia para estos niños.
Para aumentar la posibilidad de encontrar familias a los niños especiales, el Ministerio de Justicia introdujo un procedimiento diferente, que es mucho más fácil que el normal y la adopción concluye en unos plazos mucho más cortos.
Características de los menores, sometidos a las medidas especiales
Los niños especiales, son los menores para los cuales el Consejo de adopción internacional ha decidido publicar sus perfiles en la página web del Ministerio de Justicia, estos perfiles son públicos. Éstos son menores, para los cuales no se pueden encontrar adoptantes inscritos en el Registro. Los perfiles de estos menores se distribuyen cada mes entre las entidades acreditadas, para que estas les busquen adoptantes apropiados, dispuestos a aceptar los tal y como son. Los niños especiales, estan a la espera por ser adoptados. Ellos son:
Menores de alta edad, que no han sido adoptados antes por diferentes motivos, tal como la demora en su inscripción en el Registro, a causa de dificultades administrativas o jurídicas, falta de consentimiento dado por sus padres biológicos, etc. Normalmente son menores de edad superior a 10 años.
Grupo de más de dos hermanos, que tienen una relación afectiva entre si y se tienen que adoptar juntos. Encontrar familias, que tengan las capacidades de adoptar a varios menores a la vez es muy difícil y requiere más tiempo.
Menores con problemas de salud o con historia hereditaria. Muchos menores presentan problemas de salud o historia hereditaria. Muchas de las enfermedades pueden ser tratadas y el menor después de su adopción de desarrolla plenamente. Otros necesitan un cuidado permanente, dedicación y mucho afecto por parte de las familias para poder demostrar su potencial.
Estado de salud de los niños
Los niños especiales tiene diferentes diagnósis, cada uno es especia en sí, por esto los especialistas de AMOR visitan a todos los niños especiales y preparan informes médicos independientes, les hacen fotos y videos. La familia, que ha demostrado su interés por el perfil de algun menor recibe toda la información médica presente, así como fotos actuales del niño. La familia puede consultar se con médicos y especialistas, y solicitar la evaluación profesional de los especialistas de AMOR, tal como revisiones médicas adicionales y pruebas del menor.
Carta de una familia especial
Para familias que son especiales, aunque quizá todavía no lo sepan.
Queridos amigos:
Nosotros somos una familia especial. Somos especiales, porque hace dos años tuvimos la inmensa suerte de adoptar a una pequeña princesa búlgara. Ésta es nuestra experiencia.
Empezamos nuestro proyecto de adopción como muchos otros. Una vez registrados en Bulgaria como solicitantes de adopción para un menor sano, nos preparamos para esperar la asignación, armados de paciencia, y sabiendo que teníamos por delante un buen número de años, con su montaña rusa de ilusiones y desesperanzas.
Habían pasado ya bastantes meses de espera, cuando las palabras “necesidades especiales” empezaron a cobrar importancia para nosotros. Ocurrió en un encuentro de familias adoptantes, al que acudimos convocados por nuestra ECAI. Aquella tarde, muchas de las familias que estábamos allí tomamos conciencia de que en Bulgaria había otros niños adoptables. Niños con circunstancias o características médicas que los hacía diferentes, y que necesitaban una familia en la que crecer. Cuando volvimos a casa, empezamos a hacernos muchas preguntas: ¿Podríamos nosotros ser la familia adecuada para uno de esos niños? ¿Podríamos llegar a satisfacer esas “necesidades especiales”, y además ser felices en el intento?
Os podéis imaginar que nos surgieron toda clase de dudas. ¿Qué características podríamos ser capaces de aceptar? ¿Y cuáles no? Era un tema delicado… Cuanto más mirábamos esa lista de “necesidades especiales”, más nos llenábamos de inseguridades y miedos. Entonces nos dimos cuenta de que nos estábamos equivocando. Lo importante no era determinar cómo debía ser ese niño o niña, para que pudiera encajar con nosotros. Lo que debíamos tener claro era lo que nosotros podíamos ofrecerle como padres. Al cambiar el enfoque, el miedo desapareció como por arte de magia. Cogimos papel y lápiz, y nos pusimos a escribir una lista con las características de nuestro perfil como padres. ¿Cuáles eran las cosas que sí podíamos hacer por nuestro hijo? ¿Cuáles eran las “capacidades especiales” que tenía nuestra familia”. Nos sorprendió comprobar todo lo que llegamos a apuntar. Fueron días intensos, en los que nos dedicamos a hablar mucho entre nosotros, y también a mirar cada uno en nuestro interior, para encontrar todo aquello que podíamos y queríamos ofrecerle a nuestro futuro hijo o hija. Cuando esa lista estuvo terminada, realmente nos habíamos convertido en una familia especial.
Todavia esperamos algún tiempo más, y finalmente llegó la asignación de una niña que encajaba con nuestro perfil de “familia especial”. La verdad es que la vida no le había puesto las cosas fáciles a nuestra pequeña. Pero ella jamás se rindió. Aguantó y luchó, con la misma fuerza y las mismas ganas de vivir que a día de hoy siguen maravillando a todos los que la conocen. Ella nos estuvo esperando, porque sabía, de alguna manera, que estábamos destinados a encontrarnos.
¿Hubiera sido más sencilla nuestra vida si hubiéramos tomado otras decisiones? Quizá si, o quizá no. Ésta es la vida que tenemos. A ratos es sencilla, y a ratos es un poco más complicada. Pero hay una cosa que sí tenemos clara: nuestra vida es infinitamente mejor desde que nuestra hija está en ella. Y al decir infinitamente, sin duda nos quedamos cortos.